Estimados lectores:
Permítanme contarles que es para mí una circunstancia muy feliz presentarles este Número 6 de la revista Consecuencias.

Por dos razones que quiero nombrar.

Porque es la primera vez que tengo la función de coordinar el equipo de redacción de esta revista. He tenido, por tanto, el gusto de preparar esta edición con un equipo de personas, todos ellos analistas y colegas, que saben hacer de este trabajo una experiencia realmente maravillosa. Por su entusiasmo, por su relación siempre muy comprometida con la revista. Un equipo al que quiero agradecer y reconocer, pues a ellos, esta edición de Consecuencias les debe y mucho.

También, por la permanente disposición abierta al intercambio de quien dirige esta revista, Mario Goldenberg, a quien quiero agradecerle muy especialmente, junto con Diana Chorne, de quien tenemos en este número el placer de contar con las imágenes de su muestra Lo indecible III.

Sin ellos –les aseguro- Consecuencias no sería lo que se han propuesto que fuese, allá por abril de 2008, cuando editaron su primer número: un espacio que se abre dentro del espacio virtual para que la interlocución, la intersección, el cruce entre psicoanálisis, arte y pensamiento, se produzca, cada vez.

Un espacio para la reinvención que el campo abierto a partir de Freud requiere, si es que coincidimos en la apuesta de situarnos y situar al discurso psicoanalítico como un operador que descomplete y que al mismo tiempo se deje descompletar por su interlocución con otros discursos.

Si de interlocución se trata, les aseguro, que en esta 6ª. edición se ha producido una contingencia muy particular: nos hemos encontrado con una gran variedad de Entrevistas para publicar.

Prevalece entonces, en esta edición, el espíritu de la Conversación.

Tal es el caso de la exquisita entrevista que Jacques-Alain Miller realiza para la Psychologies Magazine, en la que se dispone a hablar del amor –con su estilo sencillo y al mismo tiempo provocador. Destaco particularmente de esta conversación, que el amor lacaniano –por qué no llamarlo así- descompleta, feminiza.

Le sigue otra entrevista a Pillipe Lacadée, psicoanalista del Campo Freudiano, quien conversa para France-Culture sobre su libro Robert Walser, El Paseante irónico.

Luego, dos psicoanalistas, también del Campo Freudiano, Marie-Hélène Brousse y Gérard Wajcman, conversan sobre los postulados fundamentales de su libro aún no publicado en español: El ojo absoluto (L´oil absolu). Destaco de esta interlocución lo que Gérard Wajcman ubica como sostén de la mutación sin precedentes en nuestra civilización actual: el imperativo de la hipervisibilidad, en el que "todo lo real debe ser visto".

Continuamos con la reproducción de dos conversaciones que Mario Goldenberg ha tenido la oportunidad de mantener con pensadores muy importantes de la filosofía contemporánea: el filósofo italiano Roberto Espósito, con su interesantísima hipótesis de lo inmunitario para explicar el paradigma actual del poder político y su incidencia en los modos actuales del lazo y en la violencia como síntoma social.

Y, la conversación que también sostuvo con el pensador y filósofo griego, Yannis Stavrakakis, quien comparte de este modo con nosotros sus originales postulados sobre la izquierda lacaniana y la incidencia del pensamiento de Lacan en sus tesis sobre Teoría Política.

En fin, como si fuera poco, reproducimos también aquí ad-hoc en un video, otra Conversación recientemente publicada también en el sitio de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, esta vez con el psicoanalista Eric Laurent, ex Presidente de la AMP, quien fue entrevistado por Osvaldo Quiroga para su programa de la Televisión Pública "El refugio de la cultura", hacia fines del año pasado, cuando Eric Laurent estuvo en Buenos Aires a propósito de las Jornadas de la Escuela de la Orientación Lacaniana: "El amor en los tiempos del goce".

Hace unos días, de un modo contingente, antes de disponerme a escribir esta editorial, me encuentro con esta entrevista por otra vía y me sorprendo al escuchar a Eric Laurent planteando de un modo muy preciso cuáles son las coordenadas del mundo contemporáneo. Mi sorpresa responde felizmente al hallazgo de que muchos de los textos que encontrarán aquí, en este número de Consecuencias, toman desde muy diversos sesgos varias cuestiones que Eric Laurent explicita en dicha conversación.

De allí quiero recortar que el escenario fantasmático que domina o si se quiere predomina en el mundo contemporáneo es el de la oferta para los sujetos de un más que se sustenta en un ¡goza! o ¡satisfácete, más allá del principio del placer!

¿Qué lugar para el psicoanálisis cuando hay la pastilla para todo y para todos? Eric Laurent responde con sencillez y precisión extremas: no hay la pastilla para curar o solucionar el más. Y esto necesariamente lleva a los sujetos a que -una vez que se han tragado todas las píldoras- se encuentren con la pregunta angustiante, perturbadora, apremiante: ¿qué puedo o qué voy a hacer yo para gozar más?

En mi opinión, quizás éste sea el lugar o la fisura que demuestra el escenario contemporáneo para que el psicoanálisis encuentre una razón para seguir existiendo y operando. Ante los avances de la ciencia que no para de producir un saber sobre lo real, pero sobre un real al que el psicoanálisis es llamado a descompletar.

Pues el real del que se ocupa el psicoanálisis de la orientación lacaniana es muy preciso: no hay la fórmula que permitiría escribir la relación entre los seres que hablan y, por ello mismo, gozan.

Les aseguro, estimados lectores, que este nuevo número de Consecuencias, en su conjunto, pone en necesaria tensión varias de estas cuestiones que fundamentan el nuevo orden simbólico de este Siglo XXI. Y sus Consecuencias.

De un modo tal que quienes sostenemos la apuesta de que el psicoanálisis continúe teniendo un lugar dentro de este nuevo orden y sus desórdenes, necesariamente debemos interrogarnos por nuestra posición en ellos y ante ellos.

Consecuencias, hoy, una vez más, toma el relevo de esa apuesta.

Pues Consecuencias conversa, interroga, interpela, investiga, dice. Soportando el fondo de lo Indecible.

En este sentido, Consecuencias descompleta. Casi en resonancia y consonancia con el amor lacaniano. ¿Por qué no decir, entonces, que feminiza?

Si algo de esto logramos transmitir, les aseguro, estimados lectores, estaremos muy satisfechos y por eso mismo causados a seguir por esta misma vía: descompletando.

Muchas gracias.

Paula Contreras
Buenos Aires, 5 de junio de 2011
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