Una novedad: la creación de un Centro de Estudios Psicoanalíticos por la Universidad Nacional de San Martín. Su director, el psicoanalista Hugo Freda. Ubica la relación entre el Psicoanálisis y la Universidad, en la fórmula freudiana "la satisfacción moral". Sostiene el punto crucial en la transmisión del psicoanálisis en continua relación con la época y sus discursos. Interés por el desarrollo de su política. Mientras la Universidad apunta a la creación de conocimientos -construcción de sentidos- el psicoanálisis, trabajando en los bordes, tiende a producir la verdad –subversión y descentramiento del conocimiento- tendiendo a generar suspicacia en los poderes académicos, a propósito de su eficacia crítica respecto de los saberes oficiales.

El sábado 16 de abril, el diario La Nación, en su primera plana, nos informaba sobre la creación de la Universidad Nacional de Avellaneda que constituye una de las doce universidades creadas por el gobierno actual, la mayoría en el conurbano. Independientemente de los comentarios del artículo, no es difícil deducir la importancia que adquiere dicha red universitaria. Las universidades florecen, nuevas carreras hacen irrupción, polos científicos y especializados en nuevas tecnologías, así como en problemas ambientales, son creados por las autoridades de nuestro país. Soy sensible a este hecho. Hay una novedad en la propuesta de cada una de estas universidades, no solamente la de educar, enseñar u obtener títulos, sino la de abrirse a otros discursos inexistentes hasta el momento.

Sin embargo, los medios no se interesaron en un hecho que ha sucedido recientemente. La Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) acaba de crear el CEP, Centro de Estudios Psicoanalíticos, y le ha confiado la dirección a un psicoanalista miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, quien les escribe.

No es un hecho nuevo la enseñanza del psicoanálisis en las universidades argentinas. Esta existe desde hace muchos años. Varios de mis colegas asumen dicha labor. En la UNSAM misma, colegas del Campo Freudiano intervienen regularmente en nombre del psicoanálisis desde hace ya varios años.

El lunes 4 de abril, pronuncié una conferencia inaugural del CEP. Entre otras cosas, puse el acento sobre lo que Freud decía respecto de la relación entre el Psicoanálisis y la Universidad. Me llamó la atención la fórmula empleada por Freud sobre "la satisfacción moral"[1] que puede ser para un psicoanalista poder ingresar con el discurso psicoanalítico a la Universidad. Sin embargo, esta satisfacción debe ser objeto de una interpretación y no simplemente un afecto, producto del reconocimiento por el lugar que se nos otorga. ¿Cómo interpreto esta satisfacción de la cual Freud habla? En primer lugar, desde la ética del psicoanálisis. La función del psicoanálisis en la Universidad es la de transmitir los conceptos psicoanalíticos, pero también la de redefinir el saber y su transmisión. El psicoanálisis, más allá de su práctica, interviene dentro del discurso constituido indicando que la forclusión del sujeto en el discurso de la ciencia trae consecuencias de las cuales Lacan ya ha dado cuenta. En segundo lugar, por colaborar en la reconquista del lugar que le corresponde al psicoanálisis en el concierto de los discursos de la época.

Si he aceptado dirigir dicho Centro, es para introducir un saber nuevo, pero para al mismo tiempo agujerear, descompletar, las modalidades del saber académico. Solamente si esta labor puede cumplirse podré hablar, como diría Freud, de "satisfacción moral".

Gracias a mi amigo Mario Goldemberg puedo hacer nuevamente pública dicha creación, e invito a mis colegas del Campo Freudiano a ayudarme en esta ardua tarea.

Francisco-Hugo Freda

Buenos Aires, 17 de abril de 2011