Las circunstancias

El 21 de febrero, Jacques–Alain Miller escribe en la revista Le Point, "Quand Jacques–Alain Miller se penche sur le cas Copé"[1] y "Psychanalyse de l´identité française"[2].

El 22 de febrero, les envía a algunos psicoanalistas argentinos, entre ellos, a mi mujer Damasia Amadeo de Freda, un mail preguntándoles si dichos artículos les gustan. Jacques–Alain Miller le pide a mi mujer que me reenvíe el mail que había dirigido a los otros colegas. Horas después, le envié un texto titulado Mi respuesta. Jacques–Alain Miller me respondió que lo había recibido.

El 1° de marzo, Jacques–Alain Miller da a conocer en el comunicado: Virtud contra Furor. Domo 03. Decisión en siete puntos[3], que retomará, luego de la aparición del Seminario VI de Lacan, su curso anual de la Orientación Lacaniana. Estaré presente.

El 17 de marzo, decido enviar a Mario Goldenberg, Mi respuesta para que sea publicado en la revista virtual Consecuencias.

Francisco–Hugo Freda

Mi respuesta

Damasia Amadeo me transmitió su mensaje. Ya había leído los artículos.

Usted me da la oportunidad de darle una opinión, un punto de vista, una interpretación –como decimos los psicoanalistas–­ de lo que llamaré "su nuevo ejercicio".

Usted me dirá, con el tono de certeza que le conozco, "usted se equivoca, mi estimado, lea mi libro Un début dans la vie[4] entre las páginas 11 a 37 y verá que ese "ejercicio nuevo", como usted lo llama, no es una novedad para mí, yo lo practico desde siempre".

Le respondo: "Usted se equivoca, he leído su libro, como casi todo lo que usted publicó y lo que no publicó, sus seminarios, particularmente, y lo he leído atentamente; y si tengo que elegir entre las tres entrevistas (Sartre, Reggiani y Copé), me quedo con la de Reggiani.

Una verdadera pieza de teatro, preguntas, respuestas, comentarios, insistencias, idas y vueltas… que seguramente su amigo F.R. podría poner en escena. Hablando de teatro, recuerdo en este momento una reflexión de hace unos años, saliendo de su seminario me dije: "éste podría haber sido un gran actor, tiene todo para serlo".

Recuerdo perfectamente el momento. Usted, libro en mano, recorriendo el escenario a paso firme, variando el tono de voz, gesticulando, jugando con el cuerpo, saltando, bailando… Una verdadera puesta en escena del saber, como pocos saben hacerlo.

Pero volvamos a su libro, el que usted me recuerda.

¿Cómo se presenta? Una banda roja donde se puede leer: de Sartre a Lacan.

Usted me enseñó a leer.

Allí está la clave "nuevo ejercicio".

¿Qué dibujan (amo la pintura) los nombres en blanco sobre fondo rojo?.

¿Qué indica el "de" y el "a"?.

¿Qué me dice el pequeño promeneur[5] sentado en su silla, libro en mano?.

Es claro, muy claro, casi transparente: hay un camino, un recorrido.

Hay un punto de partida, Sartre (la filosofía), hay un punto de llegada, Lacan (el psicoanálisis).

De vez en cuando suben al escenario nuevos personajes, ayer Serge hoy François, que estaban allí en silencio esperando para jugar la partida.

Hubo otros, no lo olvido, pero es la lógica binaria la que nos interesa.

Ayer hizo entrar a S., hoy a F. Allí está su "nuevo ejercicio".

Ayer su seminario, hoy Le Point; allí está su nuevo ejercicio.

Ayer entre "nosotros", hoy "en el mundo". Allí está su nuevo ejercicio.

El promeneur se promene[6] libremente, como siempre lo hizo, sin pedir permiso a nadie, como se debe cuando hay que asumir las responsabilidades que impone la época.

No comparo, constato, describo, sabiendo que "la constatación", como la "descripción", son dos nombres de la interpretación.

Ya se está escribiendo un nuevo libro: De Lacan al nuevo psicoanálisis, del cual usted es el escriba.

Eso "me gusta" para responder a su pregunta.

Hace unos años me pronuncié: "yo no soy lacaniano, soy milleriano".

Dije públicamente en mi última presentación como presidente de la ECF[7]: "él sabe que puede contar conmigo".

Recientemente, en Buenos Aires, en la Universidad afirmé: "El psicoanálisis del siglo XXI será milleriano o no será".

No modifico un ápice de lo que dije.

Los hechos me dan la razón.

El resto, circunstancias.