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Consecuencias
 
Edición N° 11
 
Noviembre 2013 | #11 | Índice
 
Un significante nuevo
Por Perla Miglin
 

Perla MiglinDurante la sesión de la tarde del Seminario del Campo Freudiano, que Eric Laurent dio en Tel–Aviv el 31 de marzo del 2006, a continuación de la Conferencia que llevaba como título, Los Nombres del Padre escondidos en el Seminario XI, se abrió la discusión con las preguntas de aquellos que asistimos a su exposición, y esto en la víspera del Congreso de NLS en Tel–Aviv.

A mi turno le hice la siguiente pregunta:

¿Cuál es el lazo que enlazamos para cernir la causa y su relación a la coma, la puntuación, a la que usted se refirió ayer?

Eric Laurent: la pregunta es más o menos así: ¿cuál es la relación entre el fin del análisis y el texto del inconsciente que ha sido producido? Texto del inconsciente producido por puntos y comas. El fin del análisis, Lacan en el seminario de los Nombres del Padre, y en el libro, encara esto con la expresión, comer el libro, que es una expresión usada por San Juan, pero también en el Deuteronomio, en la Torá, en algún lugar de la Torá. ¿Comer el libro a que se refiere exactamente? Puede responderse desde un enfoque religioso, y puede ser enfocado a través de la experiencia analítica. La experiencia de un análisis consiste en descifrar el texto del inconsciente, usted se despierta al texto que surge al final, de alguna manera el texto que hablo, usted se lo come. Usted obtuvo comerse su Dasein, dice Lacan con otra broma. Con el saber que usted obtuvo en el análisis, usted debería preservar su deseo. El deseo de algo nuevo puede advenir. Usted debe continuar viviendo con ese saber. Cuando J. P. Sartre interpretó a Jean Genet, hizo un tan buen comentario, una tan buena interpretación, que Genet entró en un estado de despersonalización por dos años. Él estuvo realmente fuera de sí y eso le previno de vivir con ese saber que apareció. No es sólo una interpretación salvaje, no es ese el hecho. El hecho es que la interpretación no fue pedida. Él no tenía cómo "comerla". Quedó afuera.

Entonces el problema en psicoanálisis, es que la gente puede vivir con el saber que obtiene, diciendo que no tiene uso. Si alguien no puede ver lo que comer el libro significa, se podría pensar que la cuestión sería producir más saber. Cuando en realidad es producir menos. Se trata de reconciliar al sujeto con los más profundos enigmas dentro del texto. El analista puede tener la ambición de producir un tipo de historia hegeliano–marxista del paciente. La reabsorción del texto en el sentido será justo la equivocada dirección a tomar. La cuestión es ir en la otra dirección y reconciliar al sujeto con el no–sentido presente en el texto. Esto puede dar la chance de reinscribirse a sí mismo con lo que ha sido producido por el análisis. No es sólo porque Lacan haya leído a Walter Benjamin y a Gershom Sholem por lo que estaba contra la historia, contra el sentido de la historia. Es también la experiencia que recogió de los resultados que obtuvo de largos análisis. Por eso, en cierta medida, comer el libro es el resultado que obtuvo de largos análisis. Comerse el libro de uno, mejor hacerlo con comas, puntos e intervalos. [1]

Reconciliar al sujeto con el no–sentido presente en el texto me aclaró el hecho que el psicoanálisis procede por un retorno a la acción, y que Lacan se refiere al hecho que la hipótesis freudiana del inconsciente supone que la acción del hombre, ya sea sana o enferma, normal o mórbida, tiene un sentido oculto, al que se puede llegar.[2]

Esta respuesta me quedo en suspenso en ese momento. Mientras escribo, y vuelvo sobre esta sesión de la discusión recuerdo que en una oportunidad, no sabía cómo interpretar el silencio del analista a un mail que le había enviado. Decidí enviarle otro mail, diciendo eso mismo, es decir "no sé cómo interpretar su silencio", a lo que me respondió: Hacerla producir.

"La política del Síntoma es el nombre de nuestra clínica", título que le dio Antoni Vicens a su exposición en ocasión de la primera sesión preparatoria de la XII Jornadas de ELP "Goce, culpa e impunidad". Margarita Álvarez, de Barcelona, nos transmite un texto esclarecedor del evento, de cuya lectura me valgo en esta ocasión pues me resulta útil a fin de seguir despejando la respuesta a mi pregunta interpretada por Eric Laurent: el lazo entre el fin del análisis y el texto del inconsciente que se ha producido.

Recomiendo la lectura del texto Margarita Álvarez que me ha permitido participar sin estar presente de esa valiosa intervención.

Recojo apenas un trozo que me habla así: […] En tanto seres hablantes somos causados por un resto de goce, un plus de gozar que es producido por los discursos, somos causados como síntomas. A partir de allí intentamos hablar para insertarnos en un discurso que haga sentido y nos lleve más allá de la soledad de nuestra relación con el goce que nos causa. El goce del discurso analítico en el que estamos comprometidos es afirmarlo, querer saber algo, de este resto de goce que nos causa […] Lo real es imprevisible pero se repite, se repite, vuelve no siempre al mismo lugar […] En "Paradojas de la ética", último capítulo del seminario VII, Lacan nos enseña a leer en la tragedia griega, la función de las tres pasiones, el amor, el odio y la ignorancia, y de qué modo estas pasiones dan lugar a las formas de heroicidad, Antígona, Filoctetes, Creonte.

Cada una de estas pasiones es una forma de distancia necesaria, contingente también, respecto de ese resto de goce que está en el lugar de la causa freudiana. Esta línea me tocó profundamente: podemos llamar pasión a ese resto de goce después de la operación analítica. La pasión afecta los cuerpos, está del lado de lo real no reprimible. Proviene de la soledad de nuestra relación con el goce, con nuestro partenaire–síntoma. Es una fuerza que intenta hacer existir el Otro. Es dueño de su deseo el que no confunde el precio a pagar con el sacrificio de la deuda […]

Y así comer el libro me dije, es obtener el resto de goce que nos causa y así operar con él.

Volví al seminario El deseo y su interpretación, pude refrescar la línea presente en el capítulo XXIII del seminario de la Transferencia "Deslizamientos del sentido del Ideal" […] no hay acción que trascienda definitivamente los efectos de la reprimido. Quizás, si hay alguna, en última instancia es como mucho aquella en la que el sujeto como tal se disuelve, se eclipsa y desaparece. Es una acción a propósito de la cual no hay nada decible. Es el horizonte de esa acción la que da su estructura al fantasma. (S ◊ a) es una necesidad de no olvidar este lugar indecible en tanto que en él, el sujeto se disuelve, lugar que sólo la notación algebraica puede preservar… Esta línea vuelve en el seminario El deseo y su interpretación, página 96, –Le refoulement, lorsqu'il s'introduit, est essentiellement lie a l' apparition absolument nécessaire que le sujet s'efface disparaisse au niveau du procès de l'énonciation–.

La sorpresa la encontré en las notas de Margarita Álvarez, la pasión que afecta los cuerpos está del lado de lo real no reprimible… entonces es un real contingente… J.-A.Miller nos lo presenta así: "Lo real que Lacan ha cernido para el psicoanálisis se refiere a la contingencia […] motor de su última enseñanza que hace derrumbar todas las categorías establecidas. Ninguna fundación resiste a este ácido de la contingencia […] nada no cesa de escribirse entre los sexos, por ello estamos consagrados al régimen del encuentro. Explotando esta contingencia la muy última enseñanza de Lacan le dice adiós a todo Ideal científico, y se despoja de los medios por los cuales había estado cernido, en vista de un nuevo comienzo […]"[3]

De ahí que la pasión es un saber útil… saber servirnos de ella a fin de forjar una pareja, una familia, una comunidad no es poca cosa.

 
Notas
  1. Laurent, E.,"Where has the Name of the Father gone Today" en The Seminar of the Freudian Field in Israel. Tel–Aviv, DORa Project, 2006.
  2. Lacan, J., Seminario VII, p. 371, Seminario de la Transferencia, p. 375, Seminario VI, p. 96
    Margarita Álvarez –En el Blog de la ELP– notas de la exposición titulada "La política del Síntoma es el nombre de nuestra clínica" de Antoni Vicens, en ocasión de la primera sesión preparatoria de la XII Jornadas de ELP "Goce, culpa e impunidad".
  3. Miller, J.-A., "A merced de la contingencia", extraído del Curso de la Orientación Lacaniana Todo el mundo está loco (2007–2008), Departamento de Psicoanálisis, París VIII, curso del 30 de enero de 2008, inédito. Texto establecido por Christiane Alberti.
    N.de la R.: "A merced de la contingencia", por Jacques-Alain Miller, ha sido publicado en la edición Nº 2, noviembre 2008, de nuestra Revista Consecuencias: http://www.revconsecuencias.com.ar/ediciones/002/default.php
 
 
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