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Consecuencias
 
Edición N° 26
 
Junio 2022 | #26 | Índice
 
Enemigos del género humano [1]
Por Romildo do Rêgo Barros
 
Romildo do Rêgo Barros

Esta expresión fue usada por Lacan en 1946 para referirse a los nazis, recién derrotados en la Segunda Guerra Mundial.

Ella indica que el nazismo no era para Lacan una simple facción política o una organización de tipo secta, religiosa o no, o alguna otra de esas pasiones que buscan la hegemonía. Los enemigos del género humano no buscan propiamente alcanzar la hegemonía, lo que es el objetivo de cualquier facción, sino atentar contra lo propiamente universal, aunque lo consideremos ficticio o utópico.

Se cuenta que Hitler, al final de la guerra, decía que los alemanes deberían ser destruidos, por haber sido incapaces de extinguir a los judíos, que era su verdadera misión histórica. Ser verdadera, es una frase que va más allá del mero nacionalismo: no le interesaría tanto a Hitler el predominio germánico que vendría en consecuencia de una guerra victoriosa, sino la dominación permanente de una raza, por más difícil que sea conceptualizar una raza humana, incluso para un nazi.

La acción de los nazis, que se extendió por casi toda Europa y la puso de rodillas (Lacan hablaba de la "humillación de nuestro tiempo"[2]), mostraba al mundo que era perfectamente posible promover una destrucción general para alimentar una fantasía, que iba más allá de la conquista del espacio vital para la construcción de un nuevo imperio o de vengarse de la derrota de 1918.

Se trataba de constituir un nuevo universal humano desembarazado de algunas partes suyas, que pasaron a ser consideradas desechos simplemente por haber sido nombradas como tales. Entre ellos, como se sabe, estaban activistas políticos, como los anarquistas, comunistas y socio-demócratas, prácticas religiosas y orientaciones sexuales vistas como desvíos y los sujetos considerados como no hbs (lo que pueda significar ser un ario, como los gitanos, los eslavos, y los no europeos en general). Y por encima de todos ellos, los judíos.

El imperio de una ficticia raza pura puede ser situado en el pasado remoto o en el futuro. O en los dos... o nunca. Este es su carácter utópico, que servirá como horizonte para los actos de violencia del aquí y ahora, que se tornan, así, desde ya justificados.

Para los nazis, la palabra raza funciona como significante-amo, y no es preciso siquiera que demuestren que la raza de hecho actúa en la base de las diferencias humanas. O ni siquiera que existe raza en nuestra especie.

En Brasil

Hemos constatado en Brasil un incremento del número de células y organizaciones inspiradas en el nazismo. Neonazis, de acuerdo a la expresión surgida en la posguerra. Según algunas investigaciones, ese incremento habría alcanzado 270% en los últimos tres años, sobre todo en los estados del sur del país. La elección de Jair Bolsonaro para Presidente de la República sirvió sin dudas no solo de autorización, sino también de incentivo directo a ese avance.

¿El agregado del prefijo neo disminuirá el horror asociado, con toda razón, al nazismo? ¿El neonazismo dará menos frío en la espalda que la imagen de aquellos miles de jóvenes marchando al compás, cuyos gestos de liturgia pagana fueron eternizados por Leni Riefenstahl en El Triunfo de la Voluntad?

En resumen, ¿qué sentido cobra el prefijo? ¿Qué diferencia introduce? ¿Trae algo de nuevo?

¿Servirá para actualizar el nazismo, tornarlo pensable fuera de Alemania de los años treinta y cuarenta, con su iconografía y su kitsch tan propios? ¿Será que la aposición del prefijo tendrá por objetivo universalizar el nazismo, volviéndolo adaptable a países como Brasil, que no es ni rubio ni homogéneo, sino más bien, al contrario, multiforme, multicolor, multireligioso... ?

La política del nazismo, que inspiró su espantosa violencia, se define por lo que ella excluye. Esta es una contribución teórica del jurista nazista Carl Schmitt, que distinguía la democracia (que él consideraba compatible con la dictadura) y el liberalismo[3].

Como el proceso de exclusión, fundado en una utopía (el "Reich de mil años", por ejemplo), tiene una duración prácticamente infinita, no hay un momento en que la "misión histórica" del pueblo llamado ario se completaría. En el horizonte de la política nazista no está, por lo tanto, la purificación racial del Pueblo (purificación y raza, sintagma en que ambos elementos mienten), sino una forma de asesinato continuo. Por lo tanto, la violencia contra las minorías será permanente y la lucha contra ella será necesariamente anti nazi.

En Brasil, nadie, o muy poca gente, se define como ario. Quizá algún nostálgico de la estética del Reich. Pero esto no impide que alguien se incluya en una elite, sea cual fuera la diferencia que hace de ella una elite: origen geográfico, status económico o financiero, religión, etc. La inspiración nazi surgirá entonces, del hecho de que cada una de las diferentes élites tenderá a su propio objeto a a ser excluído: ciertos cristianos atacarán con violencia las religiones afro, sus partidarios e instalaciones de culto, personas del sur y sudeste harían cualquier cosa para que los nordestinos no existieran o fuesen enviados lejos; parte del aparato policial del Estado actúa como si los negros pobres fuesen enemigos; otros soñarían con la concentración de las comunidades indígenas en zoológicos humanos etc...

¿Habrá un significante-amo o un aparato institucional que una las distintas élites y sus enemigos, de tal manera de llegar a constituir una política unitaria? ¿Será esta la misión de la extrema derecha brasileira...? No como la heredera directa de las simbologías hitleristas, de sus manifestaciones, himnos y ceremonias, sino como expansión de varias clases sociales marginales por ahora dispersas[4].

 
Traducción a cargo de Ana Beatriz Zimmermann Guimarães.
 
Notas
  1. Lacan, J., "Acerca de la causalidad psíquica", en Escritos 1. Buenos Aires, Siglo XXI, 2002, p.152.
  2. Íbid
  3. "Toda igualdad recibe su significación y sentido por medio del correlato de una posible desigualdad, y es más intensa cuanto mayor es la desigualdad contrastante de aquellos que no son iguales. Una igualdad sin la posibilidad de desigualdad, una igualdad que existe por sí misma y no puede ser perdida, no tiene valor y es indiferente". SCHMITT, Carl., Teoría de la Constitución. Traducción: Francisco Ayala. Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 224. Citado por Juliana Fonseca Pontes: "La serpiente en el huevo: Carl Schmitt y las democracias del siglo XXI", en El Estado del Arte – revista de cultura, artes e ideas, 3/12/2021.
  4. Maringoni, V., G. y Araújo, A., "O lumpesinato no poder – Bolsonaro, 100 dias", en Le Monde Diplomatique Brasil- 10 de abril de 2019.
 
Bibliografía
  • Lacan, J., "Acerca de la causalidad psíquica", en Escritos 1. Buenos Aires, Siglo XXI, 2002.
  • Maringoni, V. G. y Araújo, A., "O lumpesinato no poder – Bolsonaro, 100 dias", en Le Monde Diplomatique Brasil- 10 de abril de 2019.
  • SCHMITT, C., Teoría de la Constituicíon. Traducción: Francisco Ayala. Madrid, Alianza Editorial, 1996. Citado por Juliana Fonseca Pontes: "La serpiente en el huevo: Carl Schmitt y las democracias del siglo XXI", en El Estado del Arte – Revista decultura, artes e ideas, 3/12/2021.
 
 
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