Autor: Domenico Cosenza
Editorial: Gredos

El libro de Domenico Cosenza se nos presenta como un faro orientador que aporta claridad a nuestra práctica como analistas formados en la enseñanza y los principios de la obra de Freud y Lacan.

Al recorrer las páginas iniciales del texto nos resulta difícil rehusarnos a la invitación que nos hace el autor a pensar y a delimitar junto con él, el objetivo de su obra, la que él mismo define como un intento por explorar el funcionamiento del dispositivo analítico y la función que en él ejercita el analista.

Podríamos comenzar situando lo que considero es su intención primera, aquello que lo moviliza a interrogar lo que denominamos el campo de la técnica en psicoanálisis.

Domenico Cosenza nos propone investigar en este campo realizando un trabajo de reconstrucción histórico-epistemológica, ya no desde una perspectiva abstracta, ni desde una perspectiva ingenua de la obra de Lacan. Al contrario notamos que desde las páginas iniciales del texto, el acento aparece puesto en la técnica y en su relación con lo real que toca la experiencia misma de un análisis a partir de la siguiente frase:
"La técnica en psicoanálisis no constituye en absoluto algo neutro, sino que es el síntoma de la teoría de la causalidad psíquica"

La técnica, nos dice, se presenta en constante tensión con lo real del deseo inconsciente y es al abordar esta problemática que el autor nos muestra que la operación esencial en un análisis consiste ante todo en reconducir la técnica analítica a la lógica del inconsciente, a la ética del psicoanálisis y al deseo del analista que se ubica como el motor del trabajo.

De esta forma logra demostrar en su texto el fundamento real del psicoanálisis haciendo visible que el deseo del analista sería el punto eje de las diferentes elaboraciones teóricas y las diferentes perspectivas clínicas que emergen ligadas a la técnica, los diferentes señalamientos y preguntas que la obra de Lacan ha dejado abiertas y que aun nos siguen interrogado a lo largo de estos últimos años.

«En el psicoanálisis se puede decir cualquier cosa, pero no se puede hacer cualquier cosa».

Se podría extraer este enunciado del texto como una muestra exacta de la temática del libro de Domenico Cosenza, el título nos invita a asociarlo con el del primer seminario de Lacan: "Los escritos técnicos de Freud" trazando un paralelismo entre los títulos de ambas obras que no sería casual. Ambas tienen la misma perspectiva., El autor continúa y retoma la pregunta de Lacan y ofrece, en lo relativo a la técnica psicoanalítica, una lectura exhaustiva y detallada de su enseñanza.

La hipótesis central del texto yace sobre el siguiente postulado "El campo de la técnica constituye en psicoanálisis, en la lectura de Lacan, el ámbito que vuelve manifiestos los síntomas de la teoría psicoanalítica". Podríamos pensar que esta concepción de la técnica, es solidaria de la posición freudiana frente al obstáculo clínico ya que él mismo al igual que Lacan siempre estaba dispuesto a cuestionar todo su modelo teórico, sus conceptos más generales a partir de las realidades clínicas que se presentan en el transcurso de una cura. Considero que el libro muestra cómo un sistema de definiciones puede pasar por diferentes momentos de transformación, de mutación que tiende a su refundición en un nuevo equilibrio que estaría ligado a un nuevo empleo de la técnica.

En estas páginas el autor relee y toma en consideración la obra de Lacan y sus diferentes periodos, partiendo del registro de lo imaginario y de la crítica que de él hace para llegar, en un segundo momento, al registro de lo simbólico que revela el funcionamiento y la estructura misma del inconsciente estructurado como un lenguaje, para finalmente, en un tercer momento, llegar al cuestionamiento de aquello de lo real que hay en juego en toda experiencia de un psicoanálisis.

En estas páginas se desarrollan puntos esenciales, como pueden ser la función del tiempo en la sesión analítica lacaniana, la transferencia y la crítica que Lacan hace al empleo de la contratransferencia en la cura, un recorrido por las diferentes vicisitudes que la interpretación va a ir sufriendo a lo largo de los desarrollos teóricos en psicoanálisis, hasta llegar a la noción central de acto analítico.

Como conclusión, el texto logra articular el deseo del analista a la noción de acto analítico, para designar de esta forma lo más difícil de cernir en psicoanálisis, la pregunta acerca del núcleo mismo del ser analista, aquello que según nuestra lectura se encuentra en el corazón de su función y del trabajo del análisis.