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Consecuencias
 
Edición N° 4
 
Abril 2010 | #4 | Índice
 
El Psicoanálisis en un servicio de Neonatología
Andrea Botas
 

La neonatología en la actualidad permite llevar a cabo diferentes intervenciones en el recién nacido, incluso previas al nacimiento. Estos avances generan nuevas problemáticas que en ocasiones parecieran sobrepasar los límites de lo representable. Es en esta situación inédita donde el psicoanálisis puede favorecer a pensar lo nuevo. Operando a partir del sujeto tomado como excepción.

Se desarrollará una articulación teórico-práctica a partir de viñetas clínicas extraídas de un servicio de neonatología.

 

Me interesa compartir con ustedes mi labor en un servicio de neonatología perteneciente a una clínica de la ciudad de Junín.

En la actualidad, la medicina puede realizar ciertas intervenciones en el cuerpo –antes del nacimiento o en los primeros momentos de la vida- que introducen en la realidad problemas hasta ahora inéditos. Algunos de ellos parecen sobrepasar los límites de lo representable. Por este motivo, el psicoanálisis puede ser convocado con urgencia y si puede ayudar en algo es a pensar lo nuevo.

El psicoanálisis se orienta en un punto opuesto al de los avances técnicos producidos por la medicina: frente al universal que propone la medicina, el psicoanálisis opera a partir del sujeto tomado como excepción.

Frente al problema del niño prematuro y enfermo, que necesita cuidados intensivos al nacer (asistencia respiratoria, tratamiento analgésico, etc.), el psicoanálisis puede servir de ayuda para ubicar, caso por caso, el acto mediante el cual el sujeto en tales situaciones extremas realiza su asunción.

Sería preciso discutir el problema que se presenta cuando se diagnostican malformaciones por ultrasonido o descubiertas en el momento del nacimiento y sus posibilidades de intervención quirúrgica. Malformaciones faciales o malformaciones urinarias o ano-rectales, y de sus repercusiones (del lat. repercutere: cambiar de dirección un cuerpo al chocar con otro) sobre el devenir del sujeto.

Primer viñeta clínica: un bebé prematuro que luego de serias complicaciones que incluyen sangrados recurrentes que no se pueden controlar, se plantea como una posible solución la amputación de una mano. El servicio pide el consentimiento a los padres y uno de los médicos demanda trabajar con ellos sobre este tema. Durante las entrevistas la angustia aparece no sin algunas preguntas."Es tan chiquita, está enterita, ¿y nosotros le vamos a hacer esto?"."Sabemos que es para que se mejore pero, ¿y si le cortamos la manito y no alcanza?" "¿Hasta dónde?" "¿y si se necesita seguir cortando?". A los días se evalúa la posibilidad de reiterar el procedimiento anterior. Seguido a esto, días más tarde fallece.

Desde el discurso médico el cuerpo humano es el organismo viviente; aquello que es mensurable y cuantificable. Con los aportes del discurso psicoanalítico, el cuerpo es un concepto que incluye tres registros. No se restringe a su imagen especular -registro imaginario- sino que intenta dilucidar su articulación simbólica en tanto cuerpo afectado por el lenguaje y su vertiente real, al tratarse de una superficie con zonas erógenas que señalan un recorrido pulsional. Es un cuerpo que goza y que adviene a condición de que se efectúen una serie de operaciones. Hay una ruptura epistemológica entre el "cuerpo que somos y el cuerpo que tenemos".El sujeto tiene una relación de tener con el cuerpo.

El cuerpo en su vertiente imaginaria aparece como una imagen unificante: ¿De qué modo puede incidir en el cuerpo la fragmentación de esta unidad realizada por una operación quirúrgica?

J. Lacan ubica la angustia como "miedo de nuestro cuerpo". Es precisamente algo que irrumpe en el cuerpo. Los semiólogos han estudiado que en los dibujos animados las modificaciones del cuerpo (aplastamientos, rupturas, fraccionamiento) producen risas y no horror. Descubren que esto se debe a que no hay ni derramamiento de sangre ni imagen del interior del cuerpo y sus vísceras. Es algo enmarcado con una inmediata restitución al estado anterior. La conclusión es que siempre se mantiene la unidad de las imágenes aún cuando hay fragmentación en pequeñas partes. Sostengo la necesidad de seguir investigando aquello que en el actuar médico fractura (¿mutila?) o mantiene esa unidad (¿amputa?); unidad que evita el horror y la angustia.

En el artículo "Dilemas de la terapia intensiva. Los médicos y la muerte" , el Dr. Carlos G. del Bosco dice lo siguiente: "me refiero a situaciones en las que enfermos que están obviamente más allá de cualquier posibilidad de curación, son o persisten internados en estas salas, sometidos a procedimientos dolorosos, en soledad, intubados o traqueostomizados, con su sueño interrumpido y su privacidad violentada. Todo esto, sólo para morir pocos días después, luego de una agonía que creo no ha sido todavía reconocida en toda su crueldad por la cultura médica y por la sociedad en general….Oscuras motivaciones impulsan a generar una grotesca simulación del arte de curar. Estas patéticas equivocaciones, repetidas incesantemente como parte de un ritual, hacen que no podamos preguntarnos sobre los por qué….Ante la muerte igualadora….nuestro empecinamiento para evitarla de cualquier forma".El psicoanalista Juan Criscaut alerta con respecto al traspaso de los límites del ideal de curar y el ingreso en el terreno de la crueldad, definido por él como encarnizamiento médico.

Segunda viñeta clínica: un matrimonio fueron padres de trillizos. C, P y V (dos nenas y un nene) al nacer prematuros quedan internados. Antes de nacer se observó que C por su posición en el útero iba a contar con ciertas complicaciones; complicaciones que se hacían previsibles. A los tres días siendo C "la complicada" –según palabras de la madre- P comienza con un sangrado en el estómago que al no poderlo detener muere en horas. Durante el entierro de P, C produce un sangrado en el pulmón y en horas muere. Hubo dos entrevistas. La primera con la madre y la segunda con la madre y el padre.

Primera entrevista: "Vine porque cada vez se me hace más difícil entrar a ver a V…entro y las veo. Cuando el médico se me acerca para decirme algo de V, no lo puedo escuchar….antes cuando me hablaba era sobre "ellas" nunca tenía que nombrar a V porque no tenía nada".Durante la entrevista se nombra como "mamá de trillizos" o "mamá de las mellizas". Agrega: "para mi están los tres juntos, no los puedo despegar!"

Segunda entrevista: La madre relata que se "sorprende" cuando alguna de las enfermeras la nombra "la mamá de V" y comienza a hablar del estado de salud de su hijo. Dice el padre: "cuando quedamos embarazados, sabía que iban a ocurrir complicaciones. Son embarazos de riesgo….durante el embarazo yo no quería que nos hicieran regalos... Respecto de las hijas fallecidas dice: "yo no las incorporé porque enseguida empezaron a estar mal, por las dudas no quería verlas, no quería incorporarlas….a V si lo incorporé….Yo tenía sed de hijos, no me importaba si era varón o nena; es como cuando vos querés comprar un auto. Primero querés tener un auto y a partir de que tenés uno, te fijás qué modelo". Mientras que la madre se pregunta por qué tuvieron que nacer tres para que viva sólo uno, el padre responde que para él lo importante es que ya tienen uno.

¿Cómo abordar el problema del niño prematuro con la dificultad de pensar en su nacimiento y en el riesgo de muerte o de enfermedad? Tanto el nacimiento como la muerte son en sí mismos irrepresentables.

El malestar aparece cuando se considera al sujeto como un universal; como en este caso: "bebé prematuro". Francois Ansermet, psicoanalista y psiquiatra infantil suizo, dice: "Lo único que el psicoanalista puede hacer en estas situaciones, es crear un espacio para que el sujeto pueda plantear sus elecciones, y pueda advenir más allá de la apariencia apabullante de las determinaciones técnicas que rodean su concepción o su nacimiento. No fijar al niño a factores de riesgo o a acontecimientos traumáticos, sino trabajar para abrir un espacio más allá del aspecto apremiante de lo que ha marcado su llegada al mundo". Cada vez que uno se confronta a la cuestión de la anticipación del sujeto, uno se dirige hacia lo imprevisible. La tarea de un psicoanalista es la de reintroducir esta imprevisibilidad allí donde todo parece demasiado determinado.

Al decir de Eric Laurent se trata de una práctica de lo imprevisible que interroga el modo de nuestra acción, cuando ya no se puede producir efecto de sentido; no se puede producir sobre el niño que va a venir (aunque uno lo produzca, sin embargo cuando se dirige a los padres).

En estas situaciones no se está en la retroacción, se está en la sorpresa. Dice F.Ansermet: "tenemos la impresión de estar frente a una distorsión temporal, a un efecto de extrañeza, a un efecto de báscula que justamente nos hace intervenir de soslayo….como no tenemos acceso al tiempo, se crea un espacio discursivo abierto a una posible respuesta, con relación a la cual nada se puede inducir."

Esta respuesta de soslayo se opone a las corrientes ligadas a las interacciones madre-niño. Entre ellas se encuentra la Teoría del apego de J.Bowlby. En esta dirección se escuchan a enfermeras y médicos: "Si la mamá está bien, el bebé va a estar bien".

Allí donde se parte de una modalidad dual, recíproca, J.Lacan, incorpora entre ellos, el falo como un tercer elemento.

J.A.Miller en "El niño, entre la mujer y la madre" sostiene no sólo la importancia de la función del padre cuya incidencia sobre el Deseo de la Madre es necesaria para permitirle al sujeto un acceso normalizado a su posición sexuada. Sino que es necesario también que el niño no sature la falta en que sostiene su deseo. Que el niño no sólo colme, que divida es esencial.

Por último, Lacan señala que se trata de un deseo que no sea anónimo. Lo que se destaca aquí es lo particular del deseo tanto de la madre como del padre. Es la particularidad que pone de relieve lo que Lacan llamó "humanizar el deseo".Humanizar el deseo implica que el deseo no puede ser anónimo, ni universal, ni puro, no puede ser el deseo del "se desea".Es necesario una presencia que lo encarne.

 
Bibliografía
Juan J. Criscaut, "Interconsulta y encarnizamiento médico". Rev.El Caldero.nro.38.Dic.95´.
C.G del Bosco, "Dilemas de la terapia intensiva. Los médicos y la muerte".Diario Página 12.Agosto 1994.
J.A.Miller, "Biología Lacaniana y acontecimiento del cuerpo".Ed.Diva.
Francois Ansermet, "¿De qué sufren los niños en neonatología?" EL NIÑO 1.Revista del Instituto del Campo Freudiano.
E.Laurent, F.Ansermet, B.Nominé, J.Matet, C.Vigano, E.Solano, Mesa redonda en Lausanne: "La atribución real del cuerpo, entre ciencia y psicoanálisis".2005.
J.Lacan, Seminario 4.Ed.Paidos.
J.A.Miller, "El niño entre la mujer y la madre".Rev. Virtualia.no.13.Junio/julio2005.
 
 
 
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