Última edición Staff Links Contacto Instituto Clínico de Buenos Aires Seguinos en FacebookSeguinos en Facebook
Consecuencias
 
Edición N° 4
 
Abril 2010 | #4 | Índice
 
La Pulsión: Cuarta Consecuencia
 

Quizá sea bastante indiferente averiguar de quién procede el descubrimiento, pues ustedes saben que todo descubrimiento se hace más de una vez, ninguno de una vez sola, y de todos modos el éxito no siempre va aparejado al mérito. América no se llama así por Colón [1]

No deja de serlo, una pregunta, la cuestión de la "coordinación".

La imagen del baile, con el cuerpo, viene a la mente.

¿Qué cosa "más clara" para entender que se trata de "combinar, construyendo e indicando ritmos y pasos, para que un grupo de varios sujetos den trazos justos, en un momento apropiado, resolviéndose así el problema o las tareas de cada uno y del equipo"?

Hay épocas. Por ahí dicen que ésta es la de los "proyectos".

Frente a cierta Jefatura de antaño, pareciera que ésta es la Era de la "coordinación" y un concomitante problemático: la máxima dificultad del ser de goce para asumir que se tiene una responsabilidad en el acto. Nada más falso – el sujeto de la no responsabilidad-, porque efectivamente se trata en todo caso en esa disposición de una respuesta, y quien responde es el Sujeto barrado más allá de ciertas políticas democráticas que encontramos en instituciones humanas de diverso corte.

Ante la "proyectitis" y "coordinitis aguda" contemporánea, ¿pastillita de "coordinol"?

Para la proyección, hay también fórmulas, matemáticas incluso. Un ejemplo topológico: la perspectiva.

Sin embargo, y gracias a una actividad de Estudio de caso se entiende en el equipo, se hace claro desde la Coordinación, que hay Sujeto, con su estilo de goce, más allá de lo que "toca hacer", de lo que se supone el Orden del Mundo y por tanto comando que debe imponerse.

Allí mismo, cosa que no es sin el Uno por Uno, la especificidad de la coordinación que nos interesa se expresaría: que teniendo en cuenta los discursos y el lazo, lejos está de unirse al coro de todo imperativo superyoico que afiance posiciones macabras ante problemas que efectivamente son falsos.

Sin embargo, no hay que confundir. Así como la angustia - y en su relación -, algo que no miente es la pulsión, el trauma que ello implica para el sujeto, desde la estructura. Eso no se negocia, tampoco se combate, ni sostiene a cualquier precio para inmaculada consistencia. No.

Mejor: con eso parcial se vive, se coordina, se combina en lo que puede, se deja armonizar.

¿Cómo? De trato amable, letra por letra, sin forzamiento ni dolores. Si no hay para todo caso Las Buenas Maneras, sí habría Una Buena Manera, que se afirma, reconfirma, se presta para ser formulada como Axioma sabiendo que la causa hoy es en cierto modo elástica… hasta un Punto ("¡Stop!"), porque allí ciertamente, hay del radical "no negociable" que paradójicamente deja un saldo, retomable, en la experiencia, como causa para una específica "Øtra Coordinación".

[ ]

Muestra del resto, y más allá de la intención primera consciente, ha quedado el tema principal como producto de una operación.

La cuestión de la transmisión es evidente, porque no conocí a Aramburu. Mi ignorancia es amplia, y podría simplemente apoyarme sobre el hecho tal de no haber existido para vivirlo, en el momento y lugar en que las experiencias narradas fueron.

Entonces, podría decir que eso no me compete… claro, un analista, una analista de una escuela que pertenece a la Escuela de la que me siento parte… "¿cómo no le compete?" ¡El historiador se sentiría llamado! Igual, tal vez, para el médico, el psicólogo, un comunicador, un arquitecto. La situación del ser humano respecto de cierta perspectiva sociocultural en que las narraciones nos hacen "arte y parte" en referencia al Otro, eso sería suficiente.

Pero no dejo de sorprenderme, y es divertido, porque efectivamente al arrancar la presente redacción, "la editorial desde la coordinación", era sobre eso que "iba a escribir", tan lógico porque es el tema del Dossier: Aramburu y el Deseo de un Analista. ¡Lo hablamos, lo propusimos, estuvimos de acuerdo en el equipo! ¡Ah!

Creo ha sido acontecimiento precisamente por en su base está lo que hace la transmisión en psicoanálisis: se pasa, de Uno al Otro justo lo que no hay.

En este caso ha habido un saber: que en país hermano hay una escuela y que allí habitó y operó un analista lacaniano que inspiró y enseñó a otros más allá de sí, que implicó ganas y pasión, y que ello ha trascendido hasta nuestros días y lugares, es algo que circula por nuestra formación, se integra al sistema actual, a nuestros programas, los enriquece, "se vive, se siente" en nuestra comunidad, lo compartimos, como hermanos y en relación al ideal.

Sí, se pasa, trabajamos sobre eso, debatimos, conversamos, estudiamos… ¡todos los verbos que quieran! ¿Es eso lo que se trasmite y me hace escribir? ¿Es eso lo que causa, moviliza la serie de las revistas que va ya por la cuarta (orgullosa) entrega? Sí, en cierto modo, sí, el significante, el significado, tienen su crédito, ¿por qué no?

Pero hay algo en alguna forma "más propio" que nos pone trabajar, en la clínica, la literatura, el arte, la poesía, el Pase, hoy acá y en relación al psicoanálisis.

Sabemos que lo que hay es "política de la no relación sexual" (eso "dicen", uno lo dice y escribe). Aún, y precisamente por eso, la cosa en la Escuela es otra.

Gracias, y bienvenidos.

Astrid Álvarez de la Roche
[email protected]
Abril de 2010

 
Notas
1- Sigmund Freud / Obras Completas de Sigmund Freud. Standard Edition. Ordenamiento de James Strachey / Volumen 16 (1916-17). Conferencias de introducción al psicoanálisis (Parte III) / Parte III. Doctrina general de las neurosis (1917 [1916-17]) / 17ª conferencia. El sentido de los síntomas.
 
 
 
Kilak | Diseño & Web
2008 - | Departamento de psicoanálisis y filosofía | CICBA