"Nuestro porvenir de mercados comunes será balanceado por la extensión cada vez más dura de los procesos de segregación." [1] Jaques Lacan
"Muy bien, de acuerdo –dijo el Salvaje, en tono de reto–. Reclamo el derecho a ser desgraciado"
"Esto sin hablar del derecho a envejecer, a volverse feo e impotente, el derecho a tener sífilis y cáncer, el derecho a pasar hambre, el derecho a ser piojoso, el derecho a vivir en el temor constante de lo que pueda ocurrir mañana; el derecho a pillar un tifus; el derecho a ser atormentado."–Replicó Mustafá Mond.
Siguió un largo silencio.
"Reclamo todos esos derechos – concluyó el Salvaje."[2]
Aldous Huxley
"Bebés de diseño"
Según Wikipedia, el término coloquial bebé de diseño se ha usado en publicaciones populares o científicas sobre bioética para designar un bebé cuya herencia genética (genotipo) sería seleccionada usando varias tecnologías reproductivas (reprogenética), con el objetivo de alcanzar una óptima recombinación del material genético de sus progenitores.
Una nueva técnica de fecundación asistida podría permitir eliminar enfermedades genéticas en los recién nacidos combinando el ADN de tres personas.
Es decir, para crear un bebé sano se trasplantarían mitocondrias sanas de una mujer donante en óvulos no fecundados de una futura madre que podría tener predisposición genética a sufrir ciertas enfermedades, según indica "The Washington Post". Aunque así varía su ADN, una vez fertilizado el óvulo se implanta en la madre y el embarazo progresaron con normalidad. Los órganos legislativos de EE.UU. están discutiendo si la técnica, que se ha probado en hembras de mono, es segura para aplicarla a mujeres. El debate ha provocado una ola de discusiones en la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA). La discusión se centra en las consecuencias que podría traer en el futuro esta técnica.
La reunión de dos días de los miembros de la FDA se centra en un procedimiento que los científicos creen que podría ayudar a las mujeres cuyo ADN lleva mutaciones de enfermedades como la ceguera o la epilepsia. La técnica, denominada "fecundación in vitro de tres padres", puede ayudar a mucha gente, pero también es una cuestión delicada debido a sus implicaciones éticas y políticas.
Reprogenética
Los biólogos que se ocupan de la reproducción han ayudado a muchas parejas a superar la infertilidad utilizando sofisticadas técnicas para generar y manipular embriones humanos en el laboratorio.
A su vez, los biólogos moleculares, mediante el desciframiento de la secuencia completa del genoma humano y la creación de herramientas para corregir defectos genéticos y celulares, trabajan para vencer las enfermedades que aquejan al ser humano.
La combinación de estas tecnologías (reproducción asistida y corrección de estas enfermedades) produce la reprogenética, que les permitirá a los padres "dar a sus hijos genes que ellos no tienen, aumentando así las posibilidades de sus descendientes para tener una vida saludable, larga, feliz y exitosa".
El término fue acuñado por Lee M. Silver un profesor de biología molecular de la Universidad de Princeton en su libro Remaking Edén.[3]
23andMe
23andMe es una empresa privada estadounidense (Mountain View, California) inserta en el campo del diagnóstico genético. Fue fundada conjuntamente por Linda Avey, Paul Cusenza y Anne Wojcicki en 2006, respaldada por inversiones de Google. El principal servicio que ofrece es un kit personal de testado genómico que permite conocer las raíces genéticas de un individuo y diversos rasgos relacionados con su salud. El kit salió al mercado en 2007 por el precio de 999 dólares, pero las financiaciones han conseguido reducir el precio hasta 99 dólares.
La patente número 8.543.339 concedida por la Oficina de Patentes de EE.UU. se describe como "la selección de donantes de gametos en base a cálculos genéticos" y es capaz de calcular los probables resultados genéticos de combinaciones entre el esperma u óvulo de un cliente y las células sexuales de otras personas para ayudar a engendrar al bebé deseado, (portal informativo Wired).
Entre las características que ofrece la tecnología como ejemplos de posibles opciones están: la altura, el peso, el color de pelo, el color de ojos, la complexión física, la memoria, el riesgo de contraer ciertas enfermedades, los defectos congénitos del corazón, la esperanza de vida e incluso los gastos aproximados en la salud durante toda la vida. En total la compañía, que tiene cerca de 400.000 clientes, ofrece el análisis genético de más de 240 rasgos.
No obstante, la dirección de la empresa asegura que no tiene la intención de utilizar la tecnología para el diseño de los niños.
Sin embargo, en ciertos casos, este tipo de selección de los rasgos está en teoría disponible para la personas que utilizan el diagnóstico genético preimplantacional (DGP), una técnica de reproducción asistida en la que los médicos escanean el genoma de un embrión antes de ser implantado en una mujer. Básicamente, el DGP utiliza la tecnología para la prevención de enfermedades genéticas graves y en un pequeño pero creciente número de casos, para escoger el sexo del bebé.
Actualmente la mayoría de las clínicas que practican el DGP no ofrecen a los clientes una lista de posibles rasgos que no sean médicamente relevantes para elegir, ya que es ilegal en algunos países como Canadá, el Reino Unido y Australia.
En cuanto a la técnica CRISPR (Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, por sus siglas en inglés) este nuevo método puede editar los genes cambiando el texto genético del ADN. Los genéticos comparan este método con la corrección de un texto con errores de ortografía. Se cree que el CRISPR no solo permitirá eliminar genes defectuosos en un embrión, sino manipular o editar genomas de plantas y animales.
La técnica funciona mediante el uso de una molécula de ARN (Ácido Ribonucléico) guía que puede ser programada para que coincida con cualquier secuencia de ADN (Ácido Desoxirribonucléico) única en el genoma humano. La molécula se une a una enzima especial que corta ambas cadenas de la doble hélice del ADN. Una vez hecho esto, el ADN copiado se inserta en la doble hélice del ADN defectuoso y se elimina.
De hecho, la técnica no es nueva, las repeticiones en las secuencias de ADN, al que se refiere el título del método, fueron descubiertas en 1987, y las capacidades de la nueva tecnología fueron demostradas por primera vez por un grupo de genetistas de EE.UU. en 2012. Desde entonces, la técnica CRISPR ha sido estudiada intensamente y ha evolucionado.
La terapia génica en espermatozoides, huevos o embriones para eliminar enfermedades hereditarias altera el ADN de todas las generaciones posteriores.
Si bien las primeras aplicaciones de esta técnica estarían más cerca de la eliminación de enfermedades genéticas, también podría suceder que los padres con mayor poder adquisitivo pudieran seleccionar las características genéticas de sus propios hijos y esto, según Silver, va a traer aparejados una serie de cambios sociales en las décadas posteriores a su aplicación.
Surge así la pregunta: ¿Es la reprogenética una nueva vestidura de la eugenesia?.
El acceso desigual a la reprogenética podría dividir a la sociedad en "Geno–ricos" y "Geno–pobres", los que "tienen" y los que "no tienen" mejoras genéticas.
Simplemente una transferencia de embriones…
Los hijos pueden ser producidos en un laboratorio, dejando de lado el acto sexual, el placer de los cuerpos, la relación con la feminidad y el deseo, incluso el amor.
M.–H. Brousse dice que "Confinado a la ciencia lo Real de la reproducción se encuentra separado de lo simbólico de la filiación"[4].
Lo genético, el ADN, el espermatozoide, la ciencia, no nos dicen nada acerca de la subjetividad o de los lugares simbólicos.
A. tras volver de la consulta en el instituto de fertilidad dice a la analista: "el poder de la ciencia arrasa con lo que me pasa" "la ciencia no piensa en mí" "hay un agregado, y eso no lo cura la anestesia".
Este agregado es su singularidad, la tecnología de la transferencia es igual para todas, pero las respuestas ante esto son siempre singulares.
Lacan decía que hay una forclusión del sujeto en el discurso de la ciencia. Es un discurso que no se subjetiva.
Cito a Dominique Miller: "Entonces esta voluntad de potencia, nosotros decimos de goce, apunta hacia una perspectiva que plantea una condición inevitable: eliminar lo Real, suprimir toda falla, todo enigma […] Es posible que la ciencia integre la idea misma de que su potencia sea también su límite, incluso su callejón sin salida? Esto no es sólo asunto de los científicos, es de las políticas y de los ciudadanos"[5]
El otro discurso imperante, el discurso capitalista, promueve la universalización que consiste en una tendencia a homogenizar los modos de goce en la civilización. Este mercado global tapona al sujeto en su particularidad. Esto no es sin consecuencias.
El discurso de la Ciencia es sinónimo de progreso y de evolución humana, pero no hay que olvidar los efectos imprevisibles de esta evolución.
Con las Ciencias y la Tecnología parece que cualquier límite se puede superar haciendo todo posible.
Una de las preguntas que le hicieron Mario Goldenberg y Mauricio Beltrán a Javier Peteiro en la entrevista publicada en la Revista Digital Consecuencias Número 10 fue ¿Cuáles serian las consecuencias para la ciencia de su actual confluencia con el mercado? Donde el Dr. Peteiro responde que hay un interés del mercado legítimo que favorece proyectos tecnológicos de interés, lo que Peteiro llama "una tecno–ciencia bondadosa que nos facilita la vida", pero el interés mercantil es vender un producto y frente a esto lo que sea beneficioso para el ser humano es secundario.
En este sentido podemos pensar que la Ciencia de la mano del Mercado, con su afán de borrar toda falla de la naturaleza, en su intento de reducir los cuerpos a su condición biológica, creando un mercado de lo viviente (compra venta de gametas, alquiler de vientre, órganos 3D prêt-à-porter) proponen soluciones para los "defectos" de la naturaleza, soluciones que tienen sus consecuencias para los sujetos concernidos en el asunto.
Jacques–Alain Miller en su Conferencia de Presentación del tema del último Congreso de la AMP–2014: Un real para el siglo XXI decía: "es una tarea insoslayable para el psicoanálisis, por tanto para los psicoanalistas, interrogar las condiciones de posibilidad de nuestra praxis y de nuestro discurso, en el nuevo escenario que se configura a partir de la dominación combinada de dos discursos: el discurso de la ciencia en confluencia con el discurso del capitalismo."[6]
Si una "mutación capital" (Lacan, El reverso del Psicoanálisis) se produce en el sujeto por el advenimiento del discurso del capitalismo en su entrecruzamiento con la Ciencia, si lo que se propone como solución son objetos de consumo que aplastan el deseo, aparece en su cara de exceso lo que el discurso contemporáneo obliga a responder.
Poner la exigencia de goce en primer plano somete los cuerpos a una "ley de hierro" cuyas consecuencias hay que seguir.
Los cuerpos parecen ocuparse de sí mismos. Si algo parece apropiarse de ellos, es el lenguaje de la biología. Este opera sobre el cuerpo, lo recorta en sus mensajes propios, sus mensajes sin equívoco, que no son los de la lengua. Produce cuerpos operados, terapeutizados, genéticamente terapeutizados o genéticamente modificados –en poco tiempo todos seremos organismos genéticamente modificados–, cosmetizados por la misma vía de esos recortes….El psicoanálisis captó el empalme entre las palabras y los cuerpos bajo un sesgo preciso, el del síntoma."[7]
¿A que está dispuesto un sujeto en nombre del cuidado del cuerpo?
¿De qué cuerpo se trata?
¿Cómo abordar al sujeto y su relación al cuerpo en esta época donde siempre se puede hacer mas, fertilizar mas, extirpar mas, prevenir mas…evidenciando muchas veces el exceso de un goce sin medida?
"El psicoanálisis es una disciplina critica, que constata los efectos de la ciencia. Es el discurso que comenta los efectos de la ciencia sobre la civilización. Y sobre los sujetos, uno por uno.[8]"
Entonces, podemos pensar, que si hay alguna solución, será, en todo caso, "a medida", para cada uno.
Frente a estos impasses, cada uno podrá encontrar un camino de acuerdo a la relación particular que tenga con el deseo, con el goce.
Por la vía del lazo social inédito que constituye el discurso analítico el sujeto puede saber arreglárselas con ese goce particular responsabilizándose de él, ya que el sujeto del psicoanálisis es un sujeto de pleno derecho, lo que reclama el personaje de el Salvaje del libro Un mundo feliz.
"El discurso del Amo siempre quiere lo mismo, el discurso del amo quiere el como todo el mundo. Y el psicoanálisis representa justamente la reivindicación, la rebelión del no como todo el mundo, el derecho a una desviación experimentada como tal, que no se mide con ninguna norma. Esta desviación afirma su singularidad y es incompatible con un totalitarismo, con un para todo x. El psicoanálisis promueve el derecho de uno solo, a diferencia del discurso del amo, que hace valer el derecho de todos. ¡Qué frágil es el psicoanálisis! ¡Qué delicado! Y ¡qué amenazado está siempre! Sólo se sostiene por el deseo del analista de dar lugar a lo singular del Uno… "[9]
La apuesta es por la eficacia del psicoanálisis que trata a los sujetos uno por uno, sosteniendo así su ética. |