Este número 28 de Revista Consecuencias, reúne varios artículos acerca de la adolescencia y los goces contemporáneos: Beltrán, Castro, Cattoni, Focchi, López, Rico, Ñañez, Caballero, Peralta Ramos. Presentan con estilos variopintos el drama de la época en sus modos de exhibición, obscenidad, el consumo de gadgets y la virtualización del mundo. Destaco los recorridos sobre el bullying y el suicidio. Faltando al juego de las apariencias, la opacidad y la revitalización subjetiva que implica el soñar.

¿Qué puede ofrecer el psicoanálisis a una contemporaneidad donde la IA resuelve un algortimo o escribe una respuesta mecanizada a una tarea escolar estragando la invención? ¿Qué dignidad se revela cuando alguien consciente a escuchar su tropiezo, su punto de angustia o las presentaciones iterativas de su modo irreductible de gozar?

Siempre vigente la enseñanza que la orientación lacaniana supo extraer de las psicosis. Y algunos recorridos acerca de cómo se entrecruza con la respuesta psiquiátrica hoy y la medicalización del mundo: los textos de Botas, Gallo, Dessal y Bertrán dan cuenta de ello.

Interesante el trabajo de Musachi sobre la construcción de un caso, de las ficciones a la lógica. La referencia de Möller es una manera de dar cuenta de lo ineliminable del arte. Arte como una elaboración posible de lo imposible de soportar. Hermosa exégesis hace Mitre de un texto de Miller, recientemente publicado en Lacaniana. Cappelletti recorre con conmovedora profundidad acerca de las mujeres y el coraje. Elkin Ramírez ensaya un fino recorrido sobre el tema del sacrifico. Kruger escribe sobre política del psicoanálisis, siempre necesaria la interrogación sobre la Escuela.

Los invito a la lectura de este vivificante número que una vez más hace honor a su copete: ocuparse de interrogar una y otra vez qué decimos cuando escribimos sobre psicoanálisis, arte y pensamiento.